miércoles, 2 de noviembre de 2011

Detrás de las cifras

Cada vez me gustan menos las estadísticas, las encuestas, las cifras que reflejan cualquier cosa con frialdad, escondiendo que detrás de cada uno de esos números una historia.

Estos días nuevas cifras servían para presentar la última encuesta de población activa, la EPA del tercer trimestre de este año. Un trimestre que tradicionalmente se salvaba por las contrataciones en servicios y por el tirón turístico de la temporada veraniega. Pero esta vez se confirma la tendencia de crecimiento imparable del drama del paro en España y la EPA ha sido la peor en la historia de la democracia.

Casi 5 millones de parados, 403.600 parados más en lo que va de año, 150.000 sólo en este trimestre, un millón y medio de familias con todos sus miembros en paro, un millón de familias sin ingresos y sin subsidios por desempleo, la mitad de los jóvenes sin trabajo, 2.000 personas cada día se quedan sin trabajo…

Demasiadas cifras, todas dramáticas, para quedarse indiferente. A cada número hay que ponerle una cara, una vida personal truncada, un drama familiar, un fracaso personal, en definitiva una historia sin final feliz. En Internet encuentro algunas, en la calle otras. Aquí solo caben unas pocas. Una peluquera que con 30 años pierde su empleo porque la crisis impide que su negocio dé para renovar su contrato, dice que su sueño frustrado es tener su empresa; una cocinera de 43 años con un hijo de 19 a su cargo vive con un subsidio de 480 euros y dice que no llega a fin de mes y casi tiene que pedir; una auxiliar de odontología de 24 años comenta que trabajaría de lo que fuera porque está en paro desde hace 2 años y tiene dos bebés, y para no alargar algo inagotable, un hombre de 54 años que dice que de no ser por los 763 euros de la pensión de su madre se hubieran muerto de hambre después de trabajar 30 años en un comercio y perder el empleo.

Detrás de estas historias están las caras de quienes las relatan, de sus protagonistas, caras que no se pueden ver pero que en la mayoría de las ocasiones cuentan su experiencia entre lágrimas.

Es la primera vez en nuestra historia que hay una generación de jóvenes que, estando mejor preparados que sus padres, están condenados a vivir peor que sus progenitores, y esto es algo que resultando impensable hace poco, hoy es una realidad, una realidad inaceptable.

Cuando estas letras salgan publicadas faltarán unas horas para el inicio de la campaña electoral en la que está en juego el futuro de España y la posible salida para tantas y tantas historias de frustración y falta de oportunidades. Como candidato en ellas y sensible al sufrimiento ajeno y también cercano, sólo puede existir esta prioridad. Los enfrentamientos dialécticos pueden resultar una ofensa irreparable para todos los que hoy sufren la falta de trabajo. Estos días de campaña que  solo cuenten conmigo para escuchar y buscar la unión de todos los que quieran arrimar el hombro para resolver estos problemas.

 

Detrás das cifras

Cada vez gústanme menos as estatísticas, as enquisas, as cifras que reflicten calquera cousa con frialdade, escondendo que detrás de cada un deses números unha historia.

Estes días novas cifras servían para presentar a última enquisa de poboación activa, a EPA do terceiro trimestre deste ano. Un trimestre que tradicionalmente se salvaba polas contratacións en servizos e polo tirón turístico da tempada estival. Pero esta vez confírmase a tendencia de crecemento imparable do drama do paro en España e a EPA foi a peor na historia da democracia.

Case 5 millóns de parados, 403.600 parados máis no que vai de ano, 150.000 só neste trimestre, un millón e medio de familias con todos os seus membros en paro, un millón de familias sen ingresos e sen subsidios por desemprego, a metade dos mozos sen traballo, 2.000 persoas cada día quedan sen traballo?

Demasiadas cifras, todas dramáticas, para quedar indiferente. A cada número hai que porlle unha cara, unha vida persoal truncada, un drama familiar, un fracaso persoal, en definitiva unha historia sen final feliz. En Internet atopo algunhas, na rúa outras. Aquí só caben unhas poucas. Unha perruqueira que con 30 anos perde o seu emprego porque a crise impide que o seu negocio dea para renovar o seu contrato, di que o seu soño frustrado é ter a súa empresa; unha cociñeira de 43 anos cun fillo de 19 ao seu cargo vive cun subsidio de 480 euros e di que non chega a fin de mes e case ten que pedir; unha auxiliar de odontoloxía de 24 anos comenta que traballaría do que fose porque está en paro desde fai 2 anos e ten dous bebés, e para non alargar algo inesgotable, un home de 54 anos que di que de non ser polos 763 euros da pensión da súa nai morréronse de fame logo de traballar 30 anos nun comercio e perder o emprego.

Detrás destas historias están as caras de quen as relatan, dos seus protagonistas, caras que non se poden ver pero que na maioría das ocasións contan a súa experiencia entre bágoas.

É a primeira vez na nosa historia que hai unha xeración de mozas que, estando mellor preparados que os seus pais, están condenados a vivir peor que os seus proxenitores, e isto é algo que resultando impensable hai pouco, hoxe é unha realidade, unha realidade inaceptable.

Cando estas letras salgan publicadas faltarán unhas horas para o inicio da campaña electoral na que está en xogo o futuro de España e a posible saída para tantas e tantas historias de frustración e falta de oportunidades. Como candidato nelas e sensible ao sufrimento alleo e tamén próximo, só pode existir esta prioridade. Os enfrontamentos dialécticos poden resultar unha ofensa irreparable para todos os que hoxe sofren a falta de traballo. Estes días de campaña que só conten comigo para escoitar e buscar a unión de todos os que queiran arrimar o ombreiro para resolver estes problemas.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

esperemos que el día 21 el nuevo gobierno de españa haga todo lo posible apra que cada historia que se esconde detrás de esas cifras no sea mas que un mal recuerdo de un mal gobierno

queda menos para el cambio, te deseo lo mejor Joaquín

Anónimo dijo...

El balance hoy es lamentable tras ocho años de socialismo que , cuando accedió al poder, se encontró la caja llena. Ahora os tocará lidiar este toro con la caja no ya vacía, sino en números rojos. Si todos nos unimos y nos dirige un gobierno serio y solvente, podremos salir de ésta. Ánimo, joaquín. Ánimo para la campaña y , sobre todo, fuerza a partir del 21 de noviembre.

José Ángel dijo...

Los datos son desastrosos y el panorama nada esperanzador.
Confiamos en el buen hacer del PP, partido que ya nos sacó en otra ocasión de una situación insostenible, fruto del pésimo gobierno de Felipe González.
Es triste escuchar, leer... a algunos personajes culpando de la situación a Aznar, a Feijoo y sobre todo intentado desacreditar el compromiso de Mariano Rajoy con esta sociedad española.
Mucha suerte en la campaña, y esperemos que el resultado alcanzado no deje lugar a dudas de que en Lugo, Galicia y España QUEREMOS CAMBIO.

Anónimo dijo...

Mariano Rajoy y sus ministros van a tener que gobernar desde el primer minuto de mandato. Lo que está claro es que un Gobierno Central del PP con su líder al frente va a tener un efecto muy positivo en la maltrecha sociedad española.

Mucho ánimo con la campaña, que la encuesta de verdad la vamos a tener el 20 de noviembre.

mateo dijo...

Ya falta poco para el cambio. Ánimo Joaquín que estamos llegando a la meta.
Un saludo y muchísima suerte en esta nueva etapa en el panorama político nacional.